Empezaré mi blog con el tema más bonito que puede pasarle a una mujer,
como lo es su maternidad o embarazo, vamos de su estreno como mamá , en
el año 2012 decidimos que era la hora de aumentar la familia... y así
cuando ya tenía los dudas (pasaron unos 6 meses que lo intentamos)...
El primer sintoma llego el día 25 de diciembre de 2012 por una “náusea tonta”, pero no fue hasta el 21 de enero de 2013
cuando una prueba de embarazo me lo confirmaba, si, íbamos a ser papis,
nuestra felicidad fue total, no lo creía era un sueño, y así con nuestra
felicidad iban pasando los meses, mi barriga no hacía más que crecer y
crecer, junto con ella mis antojos. Me encantaban literalmente los
bocadillos de pan de molde con nutella, todas las chuches del mundo y el
sueño era mi mejor aliado, todo lo preparaba con mucho detalle e
ilusión, “como toda mamá primeriza”, y no paraba de comprar cosas y más
cosas, hasta que llego el día.
Me tomó de imprevisto en una revisión de
las 40 semanas, estaba dilatada de 4cm, y lo mejor de todo es que yo tan
feliz de la vida, no tenía absolutamente ninguna clase de síntoma, y
bueno, empezó el típico trámite del ingreso y demás. Cerca de las 9:30 de la mañana del 2 de octubre me
mandaron a caminar, a bajar y subir escalones (subí y baje los 7 pisos
de mi bloque, “eran 11”), tenía cada 2 horas el típico tacto vaginal y
según todo el mundo el niño Santiago “nombre que habíamos escogido para
nuestro primogénito”, ya estaba aquí, pero a pesar de que la doctora decia que el parto era próximo yo no sentia ningún dolor, ni
contracciones ni rotura de bolsa, ni nada.
Sobre las 17:30 me
trasladaban a los paritorios del Hospital Materno infantil del Vall d'Hebrón, y después de ocho horas de parto, llegaba al mundo mi niño, mi todo,
“Santiago”, a las 00:30 del día 3 de octubre de 2013, pesando 3 kilos 650 gramos, y midiendo 51cm, era
literalmente como lo había imaginado, esa sensación cuando lo escuché
llorar , desde que salió de mí hasta que lo pusieron en mi pecho es
completamente indescriptible, es una mezcla de sentimientos tan
emocionantes, que hasta se me olvidó que me estaban dando puntos por mi
episotomia, de ahí las palabras certeras de mi madre retumbában en mi
cabeza “cuando tengas a tu hijo en brazos, todo el dolor que
sentiste se te olvidara”, y por dios qué razón tenía, esto es un resumen
de lo que ha sido mi estreno como mami, en la siguiente entrada os
contaré los días siguientes al parto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario